Pantano
Un pantano es una capa de aguas estancadas y poco profundas en la cual crece una vegetación acuática a veces muy densa.
La mayoría de las veces, el pantano ocupa, en un valle, la parte abandonada por las aguas de un río, como antiguos meandros, lechos antes muy anchos y luego reducidos por alguna causa que haya afectado al caudal del río. En las regiones semidesérticas no es raro que el endorreísmo dé lugar a la formación de extensos pantanos cuya área esté sujeta a enormes variaciones estacionales. Los pantanos pueden ser de agua dulce o de agua salada y de marea o sin ella.
Es común que en ciertos pantanos, se produzca escorrentía en forma de manto, y el terreno posea habitualmente una o dos especies vegetales de raíces aéreas dominantes (como los manglares de Everglades, en Estados Unidos). En otros tipos de pantanos, el agua circula por canales, pero corre sólo en épocas de deshielo o de fuertes precipitaciones lo cual genera la existencia de barro, sedimentos y nutrientes en el pantano, e influye a su vez en que vaya variando estacionalmente la profundidad del agua pantanosa.
Entendido como ecosistema, en los pantanos conviven distintas plantas sumergidas y flotantes como: algas, lirio de agua, el junco, el arroz silvestre y la enea. Cuando los sedimentos rellenan el fondo del pantano, la vegetación acuática va siendo reemplazada gradualmente por matorrales y, otras veces, por especies propias de tierra firme con gramíneas y árboles de mayor tamaño que hunden sus raíces en el fondo rico en depósitos orgánicos. Los pantanos de agua dulce o salada proporcionan hábitats donde anidar y pasar el invierno a aves marinas, pequeños mamíferos, ranas, cocodrilos, insectos y muchas otras especies hidrófilas.